La ministra británica de Cultura, María Miller, informó que en el Reino Unido podrán celebrarse bodas entre personas del mismo sexo desde el 29 de marzo de 2014. Esta medida afecta a y Gales.

El Parlamento aprobó este decreto con el apoyo del Gobierno del , pese al rechazo de integrantes de su partido, que tienen un corte más conservador. Sin embargo, la Iglesia de Inglaterra no celebrará estas ceremonias, debido a la oposición de la cúpula anglicana.

El decreto precisa que ninguna congregación está obligada a casar a personas homosexuales. Además, debe solicitar permiso al Gobierno antes de celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo, que desde 2005 tienen derecho a uniones civiles en el Reino Unido.

“El matrimonio es una de nuestras instituciones más importantes (…) Este es un nuevo paso en su evolución. Desde 2014 estará abierto a todas las personas, sin tener en cuenta si se enamoran de personas del mismo sexo o del opuesto”, afirmó Miller.