Con 488 metros de largo y 74 metros de ancho, el de Shell es el barco más grande del mundo, desplazando al portacontenedor de 397 metros.

El navío, que recientemente fue botado del puerto de Corea del Sur donde fue construido por un año, es una instalación de extracción, procesamiento y almacenamiento de gas líquido, con la capacidad de 175 piscinas olímpicas.

Para 2017, el Prelude zarpará a Broome, al norte de Australia occidental, donde se quedará hasta 2042. Su producto, 3,9 millones de toneladas anuales, será transportado por barcos más pequeños a sus diferentes destinos.

El navío estará anclado mediante una torreta de casi 100 metros de largo que pasará por la embarcación hasta el fondo marino. Esto y otros sistemas aseguran que Prelude pueda aguantar hasta un huracán de categoría 5 (de la magnitud de Katrina), .