Como ya es costumbre en sus alocuciones, el papa Francisco envió un mensaje a todos sus fieles, en especial a los padres de familia y afirmó que los buenos progenitores son aquellos que saben “perdonar desde el corazón y corregir con firmeza” a sus hijos, y que sus castigos nunca incluirán “una bofetada en la cara”.

“Los hijos necesitan un padre que les acoja al volver a casa con sus fracasos. Harán todo lo posible para no admitirlo ni demostrarlo, pero lo necesitan. Y los padres a veces tendrán que castigarlos, pero nunca se da una bofetada en la cara”, señaló durante una audiencia general ante miles de fieles en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Durante su discurso, el destacó la importancia que tiene para las familias la “figura del padre” y sostuvo que “para ser un buen padre, lo primero es estar presente” en el núcleo familiar y demostrar “cercanía, dulzura y firmeza”, sin vanagloriarse “de que el hijo sea como él, sino que se alegra de que aprenda la rectitud y la sensatez, que es lo que cuenta en la vida”.

“Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la , compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo: cuando juegan y cuando trabajan, cuando no tienen preocupaciones y cuando están en dificultades. Estar presente no es lo mismo que controlar. Porque los padres muy controladores anulan a los hijos, no les dejan crecer “, aseguró.