Cuando tenía 12 años, el niño declaró su amor a su amiga Amalia. “Si no me caso con vos, me hago cura”, fue la frase premonitoria que el muchachito le dijo a una vecina en el barrio porteño de Flores.

“No tengo nada que ocultar, fue una cosa tan de niños. Creo que me ofreció casamiento porque quería seguir el ejemplo de su casa y formar una familia”, recordó en declaraciones a de Buenos Aires.

Sin embargo, aclaró que a esa edad no hubieran podido tener una relación más profunda. “¿Enamorada? A esa edad yo no conocía el amor, fue una cosa que no sé. Jugábamos a la rayuela, bailábamos, es algo muy lindo de recordar”, añadió.

La amiga de infancia del hoy papa lo recordó como “una maravilla, todo un muchacho que siendo niño era grande, maduro, de perfil bajo, de ‘no te lo creas’”.