Con júbilo y fervor, cientos de creyentes argentinos se congregaron en la catedral de Buenos Aires para celebrar la elección del arzobispo de su ciudad, Jorge Bergoglio, como el nuevo de la Iglesia Católica.

Mientras los fieles rezaban rosarios y los conductores hacían sonar sus bocinas, el servicio de telefonía celular de algunas compañías colapsó por un momento por la gran cantidad de llamadas y mensajes. Al ser consultados sobre el hasta ayer líder religioso de su ciudad, los creyentes coincidieron en calificarlo como un hombre que “transmite paz y es de buen criterio”.

Respecto al nombramiento del , Eduardo García, obispo de la catedral bonaerense, indicó que “para nosotros es una gracia muy grande, él ya había sido una gracia muy grande para nosotros en la catedral de Buenos Aires. Estamos orgullosos de él como pastor y que pueda hacer el bien a toda la Iglesia universal nos llena de alegría”.