La presidenta argentina, felicitó, mediante un comunicado difundido por Twitter, al sumo pontífice Francisco, quien fuera cardenal de Buenos Aires.

“Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad”, escribió la mandataria en el mensaje dirigido a Jorge Bergoglio.

Sin embargo, su actividad por esta red de microblogging muestra que, previo a lanzar este comunicado al Sumo Pontífice, la presidenta de Argentina no tenía mucho interés por los asuntos del Vaticano.

Es así que, según , mientras todo el mundo esperaba el humo blanco que anunciaba al sucesor de San Pedro, Cristina Fernández se mantuvo tuiteando algunas obras recientes de su gobierno, y criticando la poca difusión que estas tenían en los medios de comunicación masivos.

Pese al tono amical de la última comunicación, la relación entre el excardenal de Buenos Aíres y la mandataria argentina no siempre ha sido la mejor. En el 2010, durante la discusión para , Cristina Fernández calificó de “tiempos medievales y de la Inquisición” la actitud de rotunda negativa presentada por Bergoglio.