La alta comisionada de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó tanto a como a los milicianos de de cometer crímenes de guerra durante el enfrentamiento en la .

Sostuvo que al disparar cohetes dentro de áreas muy pobladas, ambas partes violan el derecho internacional, “y por lo tanto un crimen de guerra”, al tiempo de manifestar que se ve una “recurrencia de los mismos actos” cometidos durante las ofensivas militare israelíes en Gaza en 2008, 2009 y 2012.

A la fecha, unos 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, han fallecido desde el inicio de la operación ‘Margen Protector’ el 8 de julio. Asimismo, han muerto 59 israelíes, la mayoría de ellos soldados, especialmente desde la ofensiva terrestre en la Franja de Gaza.

La alta comisionada hizo hincapié en los ataques a hospitales, escuelas, estaciones eléctricas, lo que constituyen según expresó crímenes de guerra, y recordó que Israel es una “fuerza ocupante” en Gaza.

“Atacar hospitales viola la ley internacional, la cuarta Convención de Ginebra y es un crimen de guerra. Pero no sólo eso, como fuerza ocupante, Israel tiene la obligación de ofrecer asistencia médica”, expresó Pillay en declaraciones reproducidas por EFE

“Hay 250.000 personas refugiadas en escuelas de la UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos). A pesar de que la dirección de esta agencia alertó 17 veces a las autoridades israelíes sobre ese hecho y las localizaciones exactas de los colegios, el Ejército ignoró esa información y bombardeó ayer de nuevo una de ellas”, manifestó.

La funcionaria recordó que Israel “como fuerza ocupante, tiene la obligación de proporcionar” los servicios de agua, electricidad, saneamiento e infraestructuras que sirvan para mantener la vida.