A pesar de las dificultades, la Navidad siempre es esperada y celebrada con alegría. Eso se vio reflejado este jueves 24 de diciembre en el campamento de refugiados del puerto de Calais, en Francia.
En ese lugar, migrantes de Siria, Iraq, Eritrea y Afganistán, en su gran mayoría cristianos, celebraron la Navidad en medio de un ambiente de amistad y camaradería.
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Todas estas personas, alrededor de 1.500 buscan asilo y trabajo en el Reino Unido.
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