La condena pública de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por primera vez, a la tortura contra una detenida por parte de dos militares y un policía es “el primer paso de un cambio de política” sobre derechos humanos en México, consideró la ONG Amnistía Internacional (AI).

“Constituye un primer paso, que debe impulsar un nuevo enfoque oficial a la hora de emprender acciones eficaces para sancionar y prevenir las violaciones graves a los derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas en México”, destacó.

Sin embargo, cuestionó que ‘‘la construcción del discurso del mexicano se articulara nuevamente en torno a la calificación de los hechos como hechos aislados cometidos por personas que actuaban por su cuenta”.

El sábado 16, el secretario de la Defensa Nacional de México, Salvador Cienfuegos, se disculpó hoy con la ciudadanía y aseguró que “no debemos ni podemos enfrentar la ilegalidad con más ilegalidad”, en relación al video que muestra la tortura de dos militares y un policía federal a una civil.

Esta semana se difundió en las redes sociales el video, en el que los miembros de las fuerzas federales encañonan a una mujer, quien se encuentra reclusa actualmente en un penal mexicano, y le ponen una bolsa en la cabeza.

El general ofreció “una sentida disculpa a toda la sociedad” agravada por estos hechos, ocurridos en febrero de 2015 en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, en el sureño estado de Guerrero, y que calificó como “inadmisibles”.

Son “hechos deplorables que no solo nos denigran como soldados, también traicionan la confianza que día a día se ha ganado esta institución ante la sociedad nacional”, remarcó el secretario en un mensaje a las tropas de .

Añadió que “quienes actúan como delincuentes”, no respetan a las personas y desobedecen e incumplen la ley “no son dignos de pertenecer a las fuerzas armadas”.



Después de que se conocieran estos hechos, los implicados han sido llevados a los tribunales militares. Además, en el caso se implicará el Ministerio Público de México, por delitos cometidos contra civiles.

“La delincuencia se contiene con la ley en la mano”, zanjó Cienfuegos, remarcando que la pertenencia al cuerpo de defensa “por ningún motivo implica o justifica actos ilegales de deshonor o indisciplina”.

La conducta de las fuerzas armadas, aseveró a los militares presentes, debe ser “intachable”. En México era frecuente hace años que cuando los detenidos eran presentados a la prensa aparecieran con moretones o señales de haber sido amedrentados físicamente durante su declaración.

Ante las denuncias de organizaciones de derechos humanos, desde 2013 el Gobierno decidió suprimir esas presentaciones formales a los periodistas. Según Amnistía Internacional, entre 2013 y 2014 aumentaron en más del doble las denuncias de tortura en México, al pasar de 1.165 a 2.403.


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