Por: Javier Bedía (jbedia@comercio.com.pe)

Rehuir a los beneficios para los autos particulares, en torno a los que se ha concebido el sistema de transporte y se ha diseñado los espacios de movilidad de las ciudades, es la vía que defienden los especialistas en desarrollo urbano sostenible con el . Uno de ellos es , presidente de la Sociedad Colombiana de Ciencias del Deporte, quien explicó a su visión de una urbe habitable. El experto participó en la Semana de la Movilidad Sostenible organizada en Lima por el municipio metropolitano.

A grandes rasgos, ¿qué entendemos como ciudad sostenible? ¿Dónde ve potencial de transformaciones en la región?

Ciudad sostenible es un entorno urbano cuyo desarrollo se basa en el equilibrio de sus actores, humanos, animales, naturaleza y demás recursos naturales, evitando la depredación. Igualmente que se caracteriza por buscar una baja huella de carbono para mitigar el efecto invernadero a partir de buenas prácticas que mejoran la calidad de vida, el bienestar y la salud de la gente. En ello mucho tiene que ver evitar el uso irracional de los combustibles fósiles, especialmente por el empleo arbitrario de autos privados o unipersonlaes. Aquí es donde cobra importancia promover el transporte no motorizado.

¿Considera que el rol del peatón y de los conductores es muy pasivo o cómodo frente a y como parte de la problemática de tránsito de las ciudades?

El rol del peatón y los conductores justamente es el más pasivo o poco interactivo. La mayoría de personas no quieren salir de su zona de confort, evitando hacer importantes esfuerzos y contribuciones para aportar en la armonía entre los actores del espacio público, ya que absolutamente todos tenemos responsabilidades y derechos. Aunque es claro que el peatón por su desventaja y vulnerabilidad tiene prioridad.

Los intereses de la industria automotriz, en el paradigma de transporte actual, se imponen sobre la generación de movilidad sustentable. ¿Cómo revertir la situación?

La industria automotriz es una de las más poderosas del mundo en impacto y economía. Además se ha desarrollado un paradigma equivocado del auto entre la mayoría de personas, que constituye tenerlo en una de las grandes metas. Ante tanta mecanización saturada, una de las maneras de enfrentarla es con el cambio cultural en la concepción humana de valores, redimensionando aquello compatible con la sabiduría humana, su calidad de vida y felicidad legítima. La educación frente a la racionalización del uso de automotores permite una mayor conciencia en favor de una movilidad sostenible, que ya no debe ser alternativa sino casi una opción obligatoria, es decir caminar más, ir en bicicleta o apreciar más el transporte colectivo.

Vemos que basta menos de un metro y medio para implementar ciclovías? ¿Qué recomienda a nivel de autoridades, ciclistas, ciudadanía en general para generar más espacios y promover el uso de la bicicleta?

Las ciclovías como vías exclusivas no deben ser una prioridad sino una opción complementaria. Lo ideal es que el ciclista pueda transitar con seguridad en las calzadas y otros espacios similares sin mayores limitaciones. Para ello es prioritario rediseñar las ciudades haciéndolas más anatómicas evitando dar tantas facilidades al auto particular como autopistas, puentes elevados vehiculares, puentes peatonales para facilitar la velocidad de los autos, menores facilidades para los estacionamientos y combustibles preciados para el uso particular (no utilitario). Generar espacios más seguros, de respeto por la vida humana, de gente solidaria y tolerante con una gran inversión oficial en acompañamiento haría que la gente salga más a pedalear ya caminar especialmente los jóvenes y los niños.

Cree en la educación para cambiar formas de pensar en ámbitos de nuestra vida en las urbes, como el medio transporte o, en mayor dimensión, el estilo de vida. Cuéntenos un caso que le haya causado admiración.

Programas ambiciosos de formación ciudadana son indispensables, pero requieren de una gran inversión y voluntad política. No pueden ser cosméticos, es decir a punta de carteles, lemas publicitarios o mensajes inocuos. Se hace con múltiples y complejos ejercicios ciudadanos en el mismo espacio publico donde la gente sienta que es la protagonista y que así mismo está obligada a aportar. La alcaldía de Antanas Mockus en Bogotá lo logró con un innovador programa de cultura ciudadana y convivencia realizado a partir del arte. Ello sedujo y conmovió a los ciudadanos que se vieron obligados a cumplir mejor las normas y aportar o contribuir más de lo corriente. En ese momento Bogotá cambió radicalmente y el ejemplo desde el mismo alcalde obligó a modificar a escala de valores y los paradigmas. En ciudades del norte de Europa, la gran inversión realizada por políticos técnicos que se ganaron la confianza de su gente está haciendo posible que estas sean las ciudades más caminables y ciclables del mundo, al mismo tiempo que hoy son las urbes con mejor calidad de vida y alto desarrollo humano. Ejemplos como Copenhague, Amsterdan, Zurich, Oslo, ciudades y pueblos alemanes, así lo confirman.