La Malala Yousafzai recibió este miércoles el Premio Nobel de la Paz en Oslo, convirtiéndose a sus 17 años en la persona más joven laureada con este galardón que compartió con el activista indio Kailash Satyarthi, figura de la lucha contra el trabajo infantil.

“Una joven y un hombre algo mayor, una paquistaní y un indio, una musulmana y un hindú, ambos símbolos de lo que este mundo necesita: más unidad, fraternidad entre naciones”, señaló Thorbjoern Jagland, presidente del comité Nobel, antes de entregar los premios en la alcaldía de Oslo.

Malala Yousafzai es una defensora del derecho a la educación de las mujeres, convertida en símbolo mundial tras sobrevivir a un ataque armado de los talibanes.

La adolescente de 17 años vive hoy en Birmingham, en el centro de Inglaterra, pero viaja por el mundo abogando por la paz y la educación. De hecho, suele pedir a los dirigentes mundiales que “envíen libros, no armas” a los países pobres.

Por su parte, Kailash Satyarthi, de 60 años, fue durante 35 años un militante contra la explotación infantil.

El resto de premios Nobel – una medalla de oro, un diploma y un cheque de 857.000 euros – serán entregados en Estocolmo.