Kirk Douglas celebra hoy sus 98 años con el lanzamiento de un poemario titulado La vida podría ser verso.

El conversó con y recordó los inicios de su carrera en Broadway, en 1945, en una obra en la que interpretó a un soldado de la Primera Guerra Mundial.

“Fue un cheque más grande de lo que había conseguido. Es por eso que vine a Hollywood, por el dinero”, relató sobre la primera película en la que lo contrataron, con el respaldo de la diva Lauren Bacall.

Douglas contó que sus agentes se oponían a que acepte el papel de antihéroe en Campeón, película producida por que le valió su primera nominación y lo lanzó al estrellato.

“Eso me permitió iniciar mi propia compañía de producción, Bryna, para hacer las películas que nadie más quería hacer, pero que considero importantes. Al igual que Senderos de gloria, con Stanley Kubrick; como Spartaco, de un libro de un escritor en la lista negra, Howard Fast”, narra.

Para el filme contrató al guionista Dalton Trumbo, también prohibido por la cacería anticomunista en Estados Unidas. El nombre real del libretista apareció en los créditos tras varios años de trabajar en la sombra, gesto que rompió el temor en Hollywood a las intromisiones políticas.

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