Los jóvenes que protestan en para mantener su sistema de gobierno frente a China y conseguir más libertades lo hacen manteniendo limpias las calles y tratando de evitar inconvenientes a los negocios afectados por sus manifestaciones.

Ellos han creado un sistema de recojo de basura y el primer mecanismo de reciclaje a gran escala en Hong Kong, informa de España.

Uno de los jóvenes que protesta explica que a ellos se les ha enseñado “a ser buenos ciudadanos” por lo que en esta situación no quieren generar problemas entre la población.

RECOJO DE BASURA

En las zonas donde se desarrollan las protestas, en los alrededores del Ejecutivo, se han instalado puestos de recojo de basura. Asimismo, en sus pancartas exigen la dimisión del jefe de Gobierno de Hong Kong, pero lo hacen pidiendo disculpas por los inconvenientes.

Los equipos de limpieza son integrados por voluntarios, que tratan de mantener las calles limpias con cajas o bolsas, ante la insuficiencia de los puestos de basura.

Una de las manifestantes, de 17 años, explica al medio español que tienen tres tipos de bolsas de basura colgadas de vallas de 10 o 15 metros para latas, papel y basura en general.

(Foto: Sixbyfourfive / Flickr)

RECICLAJE

En las primeras horas de la mañana, cuando los jóvenes van a sus casas a descansar tras una noche de protesta, llevan los desechos a los puestos de recojo de basura, dejando las avenidas y plazas completamente limpias.

Los equipos de limpieza solicitaron al Ejecutivo hongkonés que adecuaran un lugar al que llevar los plásticos y el papel para su reciclaje desde los puntos principales de protesta a la ciudad, explica una de las jóvenes que participan en las marchas.

Algunas veces son los voluntarios quienes separan en las bolsas de basura lo que puede ser reutilizado o no.

En sus manifestaciones ellos no pisan el césped público y dejan notas de disculpas a los negocios afectados.

En una oportunidad, cuando un hombre molesto con los manifestantes les arrojó huevos, ellos respondieron limpiando las cáscaras rotas.

“Nos podrán decir que somos unos románticos, que hemos perjudicado algunos negocios, pero no podrán negar que somos educados”, comentó Amy, una estudiante universitaria a El Mundo.