El Ejército de rechazó su responsabilidad por la de la (ONU) en la localidad de Beit Janún, en el norte de .

Los militares israelíes aseguran que el colegio estaba vacío, pero la ONU afirma que había más de 1.000 refugiados, 200 de los cuales resultaron heridos. Tras el ataque muchos se pusieron a salvo en un hospital cercano. Israel sostiene su conclusión con una investigación propia sobre la que no ofreció más detalles.

“Ese día hubo intensos combates entre fuerzas del Ejército israelí y milicianos de Hamas, que operaron en una zona adyacente a la escuela (..) Un solo mortero errático cayó en el patio del colegio de la UNRWA, que estaba completamente vacío”, indica en un documento.

Este fue el tercer edificio usado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en ser atacado. La prensa pudo ver restos de sangre en el mencionado colegio. Tres trabajadores del organismo fallecieron en el lugar.

Peter Lerner, portavoz del Ejército israelí, sugirió la posibilidad de que las víctimas llegaran de otro lugar, que murieran como consecuencia del fuego cruzado en áreas aledañas o por el impacto de cohetes disparados desde la propia franja.