Poco después de llegar a un cese de hostilidades en Gaza, anunció una apropiación de tierras en la ocupada Cisjordania, lo cual ha generado la condena de los palestinos y un regaño de Estados Unidos.

Según informó el Ejército de Israel, unas 400 hectáreas en el bloque de asentamientos judíos Etzion cerca de Belén, fueron declaradas “tierras estatales, por instrucción del nivel político”.

Según los medios locales, fue en represalia a la muerte de tres adolescentes judíos por parte de Hamas, que derivó en el conflicto de 50 días en la Franja de Gaza.

Sin embargo, el aviso del Ejército de Israel no explica los motivos de la apropiación de tierras, que eran de palestinos, que cultivaban olivos, según informó un alcalde.

Israel ha enfrentado las críticas de la comunidad internacional por la construcción de asentamientos, siendo uno de los obstáculos para la construcción de un estado palestino.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, pidió – a través de su portavoz – que Israel cancele la expropiación, pues dicha decisión solo llevara a la “inestabilidad” e “inflamará la situación después de la guerra en Gaza”.

Un funcionario del departamento de Estado en Washington instó “a que el gobierno de Israel revierta esta decisión” al considerar que la medida es “contraproducente” para llegar a una solución de dos estados entre Israel y Palestina.

Por su parte, Reino Unido también lanzó críticas a la administración de Benjamin Netanyahu. El ministro de Relaciones Exteriores Phillip Hammond sostuvo que la decisión provocará graves daños a la posición israelí dentro de la comunidad internacional.