Una película grabada con un smartphone sorprendió a los espectadores en el Festival de Sundance.

Tangerine, la producción independiente que cuenta la historia de dos prostitutas en Los Ángeles, se ganó el aplauso de la crítica en el . El dispositivo usado fue un iPhone 5S.

El director y guionista del filme, Sean Baker, no contaba con más presupuesto. El realizador usó una aplicación llamada Filmic Pro (que cuesta US$8), una steadicam para estabilizar el teléfono y lentes especiales que hacen que el filme parezca rodado de forma convencional.

“Fue sorprendentemente fácil, nunca perdimos imágenes. Son muy ligeros y pequeños, una mano humana va a temblar. Así que necesitas la steadicam. Sin los lentes ni siquiera hubiera hecho la película. Lo elevó a un nivel cinematográfico”, relató, citado por .

Uno de los inconvenientes de la grabación, aparte de las finanzas, fue convencer a los protagonistas a que actúen ante un teléfono móvil. “Tuve algunas dudas, más por orgullo. Pensaba: ‘Jesús, estuve en The Wire. He terminado haciendo películas con iPhone!’”, bromeó James Ransone.

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