[Actualizado a las 9:48 pm]

Policías a caballo y perros se sumaron a la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en la ciudad de Iguala, luego de que se notificó que los restos encontrados en las primeras fosas clandestinas halladas en la zona no correspondían a ninguno de los alumnos.

Asimismo, se analizan los restos contenidos en otras zonas de entierros encontradas cerca de donde fueron vistos por última vez los alumnos de la Escuela Rural de Ayotzinapa.

Las autoridades mexicanas informaron el martes que ninguno de los cuerpos exhumados de cinco fosas comunes en el sur del país pertenece a los 43 estudiantes que llevan casi tres semanas desaparecidos tras chocar con la policía en , estado de Guerrero.

El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, señaló que los forenses siguen haciendo pruebas a los demás restos encontrados y que fue localizada una décima fosa común.

Además, indicó que hay otros 14 detenidos que confesaron su participación en este caso. En total son 50 personas intervenidas, la mayoría son policías que supuestamente trabajan para el cartel Guerreros Unidos, que controla el tráfico de drogas en Guerrero y Morelos.

Los últimos detenidos son agentes de Cocula, un municipio vecino a Iguala. En tanto, el alcalde y el jefe de la policía de esta última localidad siguen prófugos.

Murillo Karam precisó que aún no son identificados los autores intelectuales o el móvil de la desaparición de los estudiantes, pero sostuvo que la colusión entre las fuerzas de seguridad y los narcotraficantes involucraría a más de un municipio.

Por su parte, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, comunicó que un supuesto jefe de Guerreros Unidos, identificado como Benjamín Mondragón, ‘Benjamón’, se suicidó el martes tras ser arrinconado por las fuerzas de seguridad. Sin embargo, no dio detalles de cómo se quitó la vida ni si está vinculado con este caso.

Esperanza

“Hay una luz de esperanza de que están con vida”, dijo Clemente Rodríguez, padre de Cristian Alfonso, de 19 años, uno de los desaparecidos. El joven se había matriculado recientemente en la escuela Raúl Isidro Burgos, en la zona de Ayotzinapa de Tixla, una localidad en Guerrero.

La policía disparó a unos 100 estudiantes que secuestraron autobuses para volver a su campus después de viajar a Iguala para recaudar fondos. Seis personas murieron, 25 resultados heridas y docenas de estudiantes fueron retenidos por la policía. Desde entonces no hay rastro de estos últimos.

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