Luego que uno de los dos viaductos que componen el puente Topará, inaugurado hace cuatro años en el gobierno de Alan García en Cañete, se desplomara hace unos días, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones decidió clausurarlo y ordenó la construcción de una nueva estructura.

El tráfico se mantiene actualmente desviado a través del puente de la antigua carretera Panamericana Sur, que discurre a pocos metros del dañado.

Además se construye un badén en el barranco sobre el que se precipitó la plataforma del puente colapsado para agilizar el tránsito que se dirige de sur a norte.

La empresa Concesional Vial del Perú, adjudicataria de la Red Vial 6, en la que se encuentra el puente Topará, deberá asumir por contrato el costo del diseño y de la construcción de los nuevos puentes.

La concesionaria señaló en un comunicado que la nueva infraestructura que debe reemplazar a la dañada estará operativa en un plazo de alrededor de seis meses.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones solicitó al Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) un informe especial sobre las causas que han originado el colapso del puente y una evaluación de todos los puentes ubicados en la Red Vial 6.

El colapso del puente se produjo el jueves por la tarde al partirse por la mitad después de que un camión que transportaba chatarra transitara por él.

El viaducto colapsado tenía 50 metros de longitud y se sostenía sobre sendos arcos a cada costado que aparentemente no resistieron el peso de la plataforma.

El puente une las provincias de Cañete y Chincha con dos carriles por cada sentido y tuvo un costo de 33,9 millones de dólares, según informaron medios locales.

(Fuente: EFE)