El Gobierno de Venezuela inició un homenaje llamado “Chávez, un soldado hecho pueblo” con actos en todo el país para conmemorar desde hoy hasta el próximo 15 de marzo el cuarto aniversario de la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).
A la hora exacta de su muerte, las 16.25 hora local (20.25 GMT), se efectuó un concierto de música tradicional venezolana en el Cuartel de la Montaña de la capital, donde reposan sus restos, en la que participaron varios miembros del Gobierno.
El presidente Venezolano, Nicolás Maduro, recordó al fallecido líder socialista durante la instalación de la XIV Cumbre de la ALBA que se celebra en el Palacio de Miraflores en Caracas, justamente para conmemorar esta fecha.
Por su parte, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), el diputado Diosdado Cabello, encabezó una serie de actividades en el oriente del país y pidió a sus partidarios inspirarse en Hugo Chávez para continuar la “lucha”.
“A Chávez no lo podemos meter en un cuadro, practicamos lo que hacía él, hagamos un esfuerzo por ser cinco minutos al día como Hugo Chávez”, dijo.
La muerte del impulsor del Socialismo del siglo XXI fue anunciada por su sucesor Nicolás Maduro el 5 de marzo de 2013, luego de una batalla de casi dos años contra un cáncer del que todavía se desconocen los detalles.
A su muerte, cientos de miles de personas rindieron homenaje ante su féretro y más de 30 jefes de Estado y dignatarios extranjeros asistieron a su funeral.
Su fallecimiento, acaecido a pocas semanas de comenzar su cuarto mandato presidencial, obligó a convocar nuevas elecciones presidenciales, en las que Maduro se impuso al candidato opositor Henrique Capriles.
Este cuarto aniversario se conmemora en uno de los momentos más complicados del país caribeño, gravemente afectado en su economía y en una constante agitación política que ha afectado a la popularidad de Maduro.
Está previsto además el foro “Chávez un soldado hecho pueblo”, el lanzamiento de fuegos artificiales desde el Cuartel de la Montaña y una misa ecuménica.
EFE