Los participantes en las manifestaciones de Hong Kong se comunican con ayuda de la nueva aplicación “FireChat”. La ventaja: funciona sin Internet. La desventaja: las fuerzas del orden también pueden leer los mensajes.
Cuando se inició la última ola de protestas en Hong Kong, el dirigente estudiantil Joshua Wong recomendó en su cuenta de Facebook la aplicación “FireChat”. Esta posibilita una rápida comunicación entre los usuarios, aun cuando no se disponga de Internet.
“FireChat” funciona a través de Bluetooth, lo que en sí no es una sensación tecnológica. Pero entre el domingo (28.09.2014) y la madrugada del lunes, la aplicación fue descargada 100.000 veces, según indica Christophe Daligault, jefe de marketing de la empresa Open Garden, que desarrolló el programa.
Distrito financiero
Entre los manifestantes circulaban rumores de que las autoridades podrían bloquear la red de telefonía móvil en el centro de Hong Kong. Paul Wong, experto en tecnologías de la información de Hong Kong, considera improbable que las redes móviles sean bloqueadas precisamente en el centro financiero y económico de la ciudad. El hecho de que tanta gente haya descargado la aplicación obedece, en su opinión, a otras razones.
“En esa zona, entre los múltiples edificios altos, la recepción es mala desde hace años”, cuenta el entendido a DW.
“Cuando miles de personas quieren entrar a Internet con sus smartphones para chatear, las estaciones de base se saturan rápidamente”, indica Wong, explicando que “con la ayuda de “FireChat, los teléfonos inteligentes se comunican directamente entre sí, sin necesidad de recurrir a Internet”.
Normalmente los aparatos solo pueden transmitir datos vía Bluetooth a pocos metros de distancia. Pero eso tampoco representa un problema, según el experto. Dado que los manifestantes están cerca unos de otros, cada celular que cuenta con “FireChat” y Bluetooth actúa como una estación repetidora. Mientras más usuarios, mayor será la distancia a la que se pueda enviar un mensaje.
También en Taiwán
Open Garden promociona la aplicación, disponible desde marzo de este año, destacando el papel que ha tenido en diversos movimientos de protesta chinos. Según Micha Benoliel, fundador de la empresa, “FireChat” también fue utilizado en el movimiento estudiantil Girasol de Taiwán. Benoliel subraya que su empresa está a favor de la “libertad de opinión e información” para todos. Reconoce, sin embargo, que los mensajes no son encriptados.
También Paul Wong conoce ese riesgo. “Los manifestantes pueden formar espontáneamente un grupo de chat, al que cualquier usuario que esté cerca puede incorporarse sin problemas”, advierte. En consecuencia, también los policías pueden enterarse de lo que planean los manifestantes. Solo necesitan tener un teléfono móvil con “FireChat”.
(Fuente: Deutsche Welle )