Debido a los recortes en ayuda internacional y la inseguridad, la asistencia humanitaria a 20 millones de personas en riesgo de hambruna peligra en Sudán del Sur, Nigeria, Yemen y Somalia.
Expertos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtieron sobre el panorama, complicado por las dificultades crecientes para acceder a zonas vulnerables.
“La preparación y la actuación temprana no solo salvan vidas, sino que consiguen ser mucho más efectivas con los mismos recursos económicos”, explica Arif Husain, economista jefe del PMA, citado por El País.
Husain recuerda como ejemplo de las posibles consecuencias la hambruna que en 2011 causó la muerte de 260.000 personas en Somalia. “Cuando se declaró la hambruna en aquel entonces, ya habían muerto muchas personas. Ahora disponemos de mayor financiación, pero mucho depende de lo que logremos recaudar en los próximos meses”, indica.
“Estamos ante una de las peores crisis de los últimos tiempos. Necesitamos fondos hoy, no mañana. Tenemos que actuar antes de que la situación se agrave. Incluso aquellos que logren sobrevivir probablemente arrastrarían el sufrimiento a lo largo de toda su vida”, observa Reena Ghelani, responsable del departamento de Coordinación y Respuesta de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Yemen: las alarmantes cifras del hambre en país entrampado en guerra civil
Los expertos esperan que las donaciones de Estados Unidos no disminuyan tanto. El problema de la caída de las contribuciones, recalcó, es de la comunidad donante en general.
LOS CUATRO PAÍSES MÁS VULNERABLES
En Sudán del Sur, atrapado en una guerra civil desde hace tres años, se declaró formalmente la hambruna en febrero: cinco millones de personas necesitan asistencia alimentaria urgente y 100.000 ya se enfrentan al hambre.
En el estado de Borno, noreste de Nigeria, golpeado por el grupo terrorista Boko Haram, unas 50.000 personas se enfrentan al riesgo de hambruna y 4,7 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. Mientras que en Yemen, en guerra desde hace dos años, 17 millones de personas requieren asistencia alimentaria urgente.
La sequía afecta a 3,4 millones de personas en Somalia y 2,9 millones de habitantes necesitan asistencia alimentaria urgente, a la vez que unos 185.000 niños padecen desnutrición severa. En todos estos lugares, el acceso, sea por el factor violencia o por condiciones climáticas, será más complicado desde junio.
La atención se centra en estos cuatro países, pero la situación en Siria también es de emergencia. En el mundo 108 millones de personas se enfrentan a inseguridad alimentaria, un 35% más que el año pasado. Nueve de las principales crisis se relacionan a conflictos y casi la totalidad se registra en zonas rurales.