Los pasajeros del avión Airbus de Germanwings estrellado intencionalmente por el copiloto Andres Lubitz en los Alpes franceses no se dieron cuenta de lo que ocurría hasta el último momento.

Los 148 no oyeron cuando el piloto tocaba la puerta de la cabina de mando que Lubitz había cerrado con seguro para activar el botón de descenso.

“La muerte fue instantánea, el avión literalmente explotó al chocar contra la montaña”, precisó el fiscal francés Brice Robin.

En la caja negra se escucha gritos de pánico de pasajeros apenas en los momentos finales de la grabación, pocos minutos antes de que la aeronave impacte contra la cadena montañosa.