El inició hoy su pontificado con una homilía en la Plaza de San Pedro ante más de 200 mil fieles católicos reunidos para escucharlo. Jorge Mario Bergoglio –que habló sobre los pobres y la esperanza– recibió durante la misa el palio y el anillo del Pescador, símbolos de su poder como vicario de Cristo.

Bergoglio, el , invitó a los católicos a no caer en pesimismo pese a las “nubes negras”. “Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio y que también el papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz”, señaló.

La ceremonia empezó con la bajada de Francisco a la tumba de San Pedro, en las grutas vaticanas, para orar ante el apóstol junto a los patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias católicas de rito oriental. Los cardenales esperaron alrededor del Altar de la Confesión, en el centro de la basílica de San Pedro, vacía de fieles.

Tras el rezo y en medio del canto de Laudes Regiae, letanías en honor de Cristo, en las que se resalta en nombre de los papas santos, Francisco salió a la plaza, donde el cardenal francés Jean Louis Tauran, el mismo que , fue el encargado de imponerle el palio, antigua insignia episcopal.

El cardenal decano, Ángelo Sodano, le colocó el anillo del Pescador, confeccionado en plata dorada y con un grabado de Pedro con las llaves. Francisco lo llevará hasta su muerte o renuncia, cuando el camarlengo se lo retire y lo destruya para que nadie pueda usarlo.

Luego, seis cardenales en nombre del resto le mostraron obediencia. A la ceremonia de entronización de Francisco llegaron 132 delegaciones de todo el mundo, entre ellas la de Argentina, con la presidenta Cristina Fernández – al frente.