El Gobierno de Francia condenó la profanación de cientos de tumbas judías en un cementerio de la localidad de Sarre-Union, al este del país.

El ministro del Interior , Bernard Cazeneuve, aseguró que “ningún acto de violencia o intolerancia fundada en motivos religiosos podrán destruir la inquebrantable voluntad de vivir juntos en libertad”.

Al respecto, el primer ministro, Manuel Valls, subrayó que se trata de un “oprobio” ante el cual las autoridades harán todo lo posible por llevar a los responsables ante la justicia.

Por parte de la comunidad hebrea, Roger Cukierman, presidente de la asociación francesa de asociaciones de judíos, Crif, recalcó que no es posible soportar actos antisemitas. “Lo hemos visto el 9 de enero en París, el sábado en Copenhague y hoy en la Alsacia”, lamentó Cukierman.

El lugar ya ha sido atacado en 1988 y 2001. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llamó a los judíos que viven en Europa a emigrar a su país.