París. El primer ministro de , Édouard Philippe, anunció hoy que ha decidido “activar el plan del sin acuerdo”, ante la mayor probabilidad que ése sea el escenario final tras el rechazo aplastante en el Parlamento británico el martes del compromiso entre Londres y sus socios europeos.

“La hipótesis de un Brexit sin acuerdo es cada vez más probable”, señaló Philippe en una comparecencia ante la prensa al término de una reunión que presidió con otros miembros de su Gobierno implicados en la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Hizo notar que el plan se ha estado preparando desde el pasado mes de abril y que la pesca es el sector “más susceptible” de sufrir las consecuencias del Brexit, ya que muchos pescadores franceses de la costa atlántica faenan en aguas británicas.

Por eso, dijo que su intención es “defender los intereses de los pescadores franceses”, para lo cual su Ejecutivo va a trabajar “activamente” junto a la Comisión Europea.

El dispositivo francés para hacer frente a un Brexit duro implicará una inversión de unos 50 millones de euros en puertos y aeropuertos que se va a lanzar “en los próximos días” para garantizar la continuidad del flujo de mercancías y personas después del 29 de marzo.

Además, la Administración contratará “en las próximas semanas” a 600 personas para puestos de aduaneros o de control veterinario.

También hay una dimensión legislativa, con una ley de habilitación que se adopta definitivamente este jueves y que permitirá al Gobierno, como tiene previsto, adoptar cinco decretos en las próximas tres semanas con medidas de preparación de un Brexit sin acuerdo.

El objetivo es que haya el menor impacto posible, subrayó el primer ministro, que reconoció que queda “trabajo por delante”, en primer lugar para informar a los ciudadanos y muy particularmente a las pymes que tienen actividad con el Reino Unido.

La patronal francesa Medef envió este miércoles un mensaje de alerta a las empresas para “prepararse al peor escenario”, es decir a un Brexit sin acuerdo, y les pidió que examinen las consecuencias para su actividad en términos logísticos, jurídicos, fiscales, aduaneros, de transferencias de datos o de certificación.

Desde el voto en el Parlamento británico contra el acuerdo que su Gobierno había negociado durante dos años con los otros 27 países de la UE, las autoridades francesas, empezando por el presidente, Emmanuel Macron, han insistido en que Londres ahora debe comunicar cuáles son sus intenciones.

París ha hecho hincapié en que el acuerdo no se puede renegociar, en que técnicamente sería posible retrasar el Brexit, pero Londres tendría que precisar entonces cuánto y para qué, y que si los británicos decidieran finalmente quedarse en la UE, “serían bienvenidos”.

Fuente: EFE

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