El jefe de la Policía de la ciudad estadounidense de Ferguson, Thomas Jackson, renunció debido a que la institución fue acusada de racismo.

“Creo que esto es lo apropiado en este momento. Esta ciudad necesita seguir adelante sin que haya distracciones”, manifestó el oficial.

El jueves 19 Jackson dejará el puesto, cuestionado desde la muerte el 9 de agosto de 2014 del adolescente negro Michael Brown, quien recibió varios disparos de un policía blanco a pesar de que estaba desarmado.

El caso motivó violentas protestas en esa localidad y otros estados de EE.UU. Una investigación del Departamento de Justicia apuntó que había patrones de conducta discriminatoria en los policías de Ferguson.

Según la investigación, el 85% de las multas de tránsito, el 90% de las citaciones, el 93% de los arrestos fueron para ciudadanos de la comunidad negra, en una ciudad donde esta representa al 67%.

Para el fiscal general, Eric Holder, el primer afroamericano en ocupar el puesto, el “clima tóxico generó que un simple incidente hiciera que la comunidad explotara como un barril de pólvora”.