Dos astronautas pasarán 12 meses en la Estación Espacial Internacional (EEI) para estudiar los efectos físicos y psicológicos de una estancia prolongada en el espacio, con el fin de preparar futuras misiones a Marte.

El estadounidense Scott Kelly y el ruso Mijail Kornienko se reunirán en la el 27 de marzo a bordo de la nave espacial rusa Soyouz y volverán a Tierra un año después.

Nunca una persona ha permanecido por ese período continuo en la EEI, desde que recibió a su primer tripulante en 2000.

Los dos visitantes ya estuvieron, cada uno, seis meses en la estructura en órbita. Las radiaciones y la microgravedad preocupan a los especialistas.

“Espero que esto no sea demasiado duro y que podamos continuar viviendo y trabajando en el espacio durante períodos más largos. Pero no lo sabremos hasta el fin de la experiencia”, contó el norteamericano.

La estadía extensa fuera del planeta afecta el sistema inmunológico, reduce la densidad ósea y atrofia los músculos. La falta de gravedad, además, afecta la visión.

Desde la NASA se practicarán exámenes médicos con a los cosmonautas. También se realizarán pruebas genéticas para determinar la forma en que un vuelo prolongado en el espacio afecta al organismo.