Después de un maratónico debate de casi 21 horas continuas, el Senado de Brasil aprobó el jueves a la presidenta y someterla a un juicio político, tras ser acusada de realizar maniobras fiscales irregulares para favorecer su última campaña presidencial entre 2014 y 2015.

, quien se defendió afirmando que ha sido víctima de un “golpe de Estado”, será reemplazada por su vicepresidente, .

La votación arrojó que 55 senadores se pronunciaron a favor del juicio político, 22 lo hicieron en contra, y solo cuatro senadores estuvieron ausentes.

Para que proceda el juicio político contra solo bastaba con una mayoría simple, pero con este resultado, se rebasó el umbral de la mayoría calificada de dos tercios, 54 de los 81 senadores, que son requeridos para lograr la destitución definitiva al final del proceso.

LEE MÁS SOBRE LA SUSPENSIÓN DE DILMA ROUSSEFF