El de La Pampa, en la provincia de Tambopata, fue destruido el viernes por agentes de las Fuerzas Armadas y la policía. En la zona de la región Madre de Dios se movía cada año cerca de US$30 millones producto de la extracción ilegal de oro.

La operación fue liderado por el general en retiro Daniel Urresti, alto comisionado para la Interdicción y Formalización de la Minería. Para la intervención se movilizaron 15 helicópteros y cerca de 850 efectivos en el complejo de 50 hectáreas instalado a ambos lados de la carretera Interocéanica.

Con explosivos, sierras eléctricas y mecheros, en cuatro horas los agentes destruyeron el campamento minero ilegal más grande de la selva, donde más de 400 jornaleros extraían el metal diariamente y funcionaban toda clase de negocios, incluidos los de prostitución.

Urresti precisó que las 40.000 que vivían en el campamento minero se retiraron. En el allanamiento se encontró 48 generadores de energía camuflados bajo tierra, 52 balsas listas para la distribución de mercancía, 94 motos lineales y 85 alfombras que servían en el proceso de obtención del mineral.

Son 13 las empresas que operan en esta área, pero no se pudo identificar quiénes son los financistas. El miércoles 11, en el campamento minero del kilómetro 107 de la carretera Interoceánica, se intervino el centro logístico y de abastecimiento de productos para La Pampa.