El no es solo una enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypt y que su principal síntoma es el malestar general, por lo que muchas veces las personas pueden confundirlo con un resfriado común, sino que se ha convertido en un grave problema de salud nacional.

El patrón creciente de la enfermedad en los últimos años y las altas tasas de resistencia del mosquito transmisor a los insecticidas hacen del un problema de salud pública que debe ser tratado con una estrategia de prevención integral.

“El dengue es la epidemia viral más importante en los últimos 20 años en el mundo, además de ser la infección emergente más importante en la última década con más de 15 millones de casos en toda la región (…) Apoyamos que el gobierno haya aprobado el reglamento que señala la importancia social de esta enfermedad. Aquí se establece el plan nacional, el control del vector, todas las medidas para reducir su incidencia. Queremos que también exista un lugar para la vacuna, es una solución que nos puede ayudar a conseguirlo. Este tema debe discutirse con los expertos nacionales e internacionales”, dijo Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt.

Como parte del simposio internacional “Dengue: un problema de salud pública, impacto de la vacunación” que se realizó hace unos días en la Universidad Cayetano Heredia y que reunió a decenas de médicos de Perú, Colombia, Estados Unidos y Brasil, se presentaron casos de éxito con relación al uso de la sustancia que ingresa al organismo.

El Dr. Bradford Gessner, director científico de la Agencia de Medicina Preventiva de Estados Unidos, explicó que, para la , “primero se deben identificar las zonas endémicas. Una oportunidad de la vacuna contra el dengue es especificar qué regiones están en riesgo para focalizar e incrementar la ayuda”.

Es así que este método se convierte en una herramienta clave que contribuirá a evitar 97 millones de infecciones al año a nivel mundial, producida por el mosquito Aedes aegypti, permitiendo reducir las muertes en un 50% para el 2020.

En la actualidad existen más de 3.9 mil millones de personas a nivel mundial en riesgo de contraer la enfermedad y se estima que en el plano internacional ocurren alrededor de 390 millones de infecciones al año.

Perú es uno de los países donde el comportamiento de la enfermedad viene en ascenso y la incidencia alcanza los 231 casos por cada 100,000 habitantes a nivel nacional, cifra que no se registraba desde 1995, con un predominio de casos en Piura, La Libertad, Ica, Tumbes, Ancash y Lambayeque, detallaron los especialistas.

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