El Consejo de Seguridad de la ONU elevó hoy la presión sobre con vetos a varios sectores de su economía y envió un mensaje de unidad frente a la “amenaza global” que ve en sus ensayos con misiles.

Los 15 países del organismo adoptaron este sábado por unanimidad una resolución que llevaba un mes en negociaciones y que reduce hasta en 1.000 millones de dólares al año los ingresos que régimen de Pyongyang obtiene con sus exportaciones.

En concreto, el texto incluye el veto a las exportaciones de carbón de Corea del Norte, que le supondrán al país una pérdida de 401 millones de dólares al año; de hierro (250 millones); plomo (110 millones) y mariscos (300 millones).

Todos los países deberán garantizar que sus empresas y ciudadanos no adquieren estos productos clave en la economía norcoreana y cuyos ingresos el Consejo de Seguridad critica son “utilizados para financiar programas ilícitos”.

Corea del Norte debe tomar nota de que la comunidad internacional ha hablado con una sola voz, que tienen la opción de parar su comportamiento temerario e irresponsable”, dijo la embajadora de USA ante la ONU, Nikki Haley, en referencia a su actividad armamentística.

Estados Unidos había propuesto al Consejo de Seguridad de la ONU una resolución para ampliar las sanciones contra y reducir hasta en 1.000 millones de dólares al año los ingresos que el país obtiene con sus exportaciones, dijeron hoy fuentes diplomáticas.

El texto llega tras semanas de negociaciones entre USA y China y responde a los dos recientes ensayos con misiles balísticos intercontinentales llevados a cabo por Pyongyang.

Según aseguró a Efe una fuente del Consejo de Seguridad, la intención es que la resolución sea votada este sábado.

De aprobarse, endurecería aún más las fuertes sanciones internacionales que ya pesan sobre Corea del Norte, introduciendo nuevos vetos a ciertas exportaciones y controles más estrictos, entre otras medidas.

“Urjo a todo el Consejo de Seguridad a apoyar la nueva resolución de sanciones a Corea del Norte”, señaló el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft, en un mensaje en Twitter.

Rycroft destacó que las sanciones costarían a Corea del Norte aproximadamente unos 1.000 millones de dólares en nuevas prohibiciones de ventas al exterior y controles más duros para algunas de las medidas ya en vigor.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, anunció el 5 de julio que su país iba a presentar de forma inminente un proyecto de resolución para aumentar la presión sobre el régimen de Kim Jong-un tras sus últimas provocaciones.

inició entonces negociaciones con China, el principal apoyo de Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, para tratar de lograr un acuerdo y trasladarlo luego al resto de miembros.

Las discusiones, envueltas en un gran secretismo, avanzaron con mucha lentitud, lo que dio tiempo a Pyongyang a probar un nuevo misil la semana pasada.

Desde el comienzo del proceso, Rusia se ha mostrado muy crítica, cuestionando la conveniencia de aumentar las sanciones. Moscú, además, mantiene diferencias con Occidente sobre el análisis técnico de las últimas pruebas norcoreanas.

Mientras la mayor parte de la comunidad internacional considera que los proyectiles disparados son misiles balísticos intercontinentales, capaces por ejemplo de alcanzar Alaska, Moscú habla de cohetes de medio alcance, parecidos a otros probados anteriormente.

Corea del Norte tiene prohibido por el Consejo de Seguridad llevar a cabo este tipo de ensayos en el marco de las sanciones contra su programa nuclear, que incluyen también importantes restricciones económicas y diplomáticas.

Fuente: EFE