La selección de Brasil, sin el delantero Neymar da Silva, su principal referente en los últimos años, buscará llevarse el noveno título de la , que se disputará del 14 de junio al 7 de julio.

La “verdeamarela”, la eterna favorita, quiere alzar la copa tras 12 años de haber conquistado el último torneo en Venezuela 2007, al imponerse entonces 3-0 en la final ante Argentina.

La , el campeonato de selecciones más antiguo del mundo, que es organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), ha sido conquistada en ocho ocasiones por Brasil, cuatro de ellas en casa: 1919, 1922, 1949 y 1989.

La expectativa de los aficionados brasileños es entonces que su selección, ahora anfitriona después de 30 años, se alce campeona, luego de las decepcionantes exhibiciones en los torneos internacionales en que ha participado.

La actuación del seleccionado de Brasil en el Mundial de Rusia 2018 no correspondió a la esperanza de la afición al ser eliminado en cuartos de final ante Bélgica, lo que frustró su pretensión de alcanzar el codiciado sexto campeonato, lo que se le escapa desde 2006.

Analistas deportivos coinciden en que un fracaso en casa de la selección brasileña en la Copa América podría llevar a un cambio de seleccionador.

Esta posición es coincidente a pesar de que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) mantuvo al técnico Leonardo Bacchi “Tite” en el puesto y aseguró su permanencia hasta la Copa Mundial de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) de Qatar 2022.

La preparación de la “verdeamarela” de cara al evento sudamericano no ha sido tranquila, pues la comisión técnica no pudo contar desde el inicio con todos los convocados.

El portero titular Alisson Becker y el delantero Roberto Firmino, por ejemplo, sólo se presentaron el pasado viernes a raíz de su participación en la Liga de Campeones de Europa, conquistada por su equipo el Liverpool de Reino Unido.

El equipo brasileño vivió además el escándalo de Neymar, quien en mayo pasado fue denunciado por la modelo brasileña Najila Trindade, quien acusó al jugador del club francés París Saint Germain (PSG) de agresión y violación, caso que aún es investigado por la policía.

Antes de la denuncia, Neymar tuvo una molestia en la rodilla que lo llevó a dejar de participar dos días en los entrenamientos, pero cuando volvió al equipo, fue excluido al lesionarse el tobillo derecho durante el partido amistoso ante Qatar.

La exclusión del delantero ha forzado a “Tite” a cambiar la estrategia para la Copa América, aunque la base del equipo está conformada en gran parte con los jugadores que cayeron en Rusia 2018. El seleccionado brasileño es una mezcla de jugadores conocidos con algunos jóvenes, como Richarlison de Andrade, quien juega en el Everton de Reino Unido, así como David Neres, del club Ajax de Holanda.

“Tite” probó además nuevas combinaciones en el último amistoso, en que sus pupilos vencieron 7-0 al conjunto de Honduras, en la mayor goleada de la era del entrenador. El ex mundialista y actual comentarista deportivo, Walter Casagrande, consideró la goleada como una de las mejores exhibiciones de la “Canarinha” desde las eliminatorias de Rusia 2018.

La actuación del equipo hondureño no permite sin embargo que se apueste al título, pese a que los brasileños siempre son favoritos en cualquier torneo de fútbol, junto a sus grandes rivales Argentina y Uruguay. El conjunto de Brasil integra el Grupo A, que con excepción de algo inesperado, no deberá tener problemas para avanzar en primer lugar a los cuartos de final ante sus adversarios Bolivia, Perú y Venezuela.

La Escuela de Matemática Aplicada de la Fundación Getulio Vargas (FGV) divulgó este jueves una proyección sobre la actuación del seleccionado de Brasil. La probabilidad de que la selección anfitriona se lleve la próxima Copa América es del 51 por ciento.

A su vez, el equipo de Uruguay, el mayor campeón en la historia de la Copa América, tiene el 12 por ciento de probabilidad, Colombia el 11 por ciento y Argentina el 9 por ciento. El equipo de Chile, bicampeón vigente del torneo, tiene el 5 por ciento de probabilidad de ganar el torneo, menor que Perú con el 6 por ciento, según la FGV.

Los aficionados tendrán que esperar a ver si las probabilidades matemáticas se confirman el 7 de julio próximo, fecha en que deberá jugarse la final del torneo sudamericano de fútbol en el icónico estadio Maracaná de Río de Janeiro.