El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aprobó por unanimidad una resolución que rechaza la violenta represión “de las manifestaciones pacíficas en Venezuela”.

Además, solicita al presidente que imponga sanciones al gobierno de , quien acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas contra su gestión, las mismas que hasta el momento dejaron 21 muertos y más de 300 heridos.

El documento aprobado fue puesto a consideración del pleno del Senado para su votación final.

El texto solicita medidas como “la prohibición de visados y congelación de activos contra individuos que hayan planeado, facilitado o perpetrado violaciones graves de derechos humanos contra los manifestantes pacíficos, los periodistas y otros miembros de la sociedad civil venezolana”.

Además, “deplora el uso de fuerza ilegal y excesiva contra los manifestantes y el inexcusable uso de violencia y cargos criminales políticamente motivados para intimidar a la oposición”, al tiempo que pide al Gobierno de Venezuela “desmantelar” a los grupos armados denominados “colectivos”.

Los senadores también piden al régimen venezolano que permita “una investigación imparcial a cargo de un tercero sobre la violencia ilegal y excesiva cometida contra las manifestaciones pacíficas”.

Finalmente, instan a Estados Unidos a trabajar con otros países en el continente “para alentar de forma activa un proceso de diálogo entre el Gobierno venezolano y la oposición política”.

No a la OEA

El canciller de Venezuela, Elías Jaua, rehusó reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en Chile, donde ambos coincidieron en la ceremonia de asunción de mando de la mandataria Michelle Bachelet.

Es necesario precisar que el organismo internacional para tratar la crisis política en la nación llanera.

Fue Panamá el que solicitó la sesión extraordinaria para evaluar la posibilidad de una reunión de cancilleres de los países miembros, pero la petición fue mal vista por el gobierno de Nicolás Maduro que tildó el hecho de “intervencionismo”.

Por esta razón rompió relaciones con el país centroamericano.