La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió hoy a los “funcionarios electos” de que condenen “inequívocamente” el racismo tras la violencia en una marcha supremacista en (Virginia) el sábado 12 de agosto.

“La CIDH insta a los funcionarios públicos de los Estados Unidos a condenar inequívocamente la intolerancia y el odio racial, y a reconocer el papel que desempeña esa discriminación en la contribución a la violencia contra personas afroamericanas, inmigrantes, personas indígenas y comunidades minoritarias de todo el país”, indicó la en un comunicado.

“Los funcionarios electos – prosigue la nota – y otros funcionarios públicos, en particular, tienen el deber de garantizar que sus declaraciones respeten los estándares, principios fundamentales y normas de derechos humanos, incluso los principios de igualdad y no discriminación”.

La nota de la comisión no hace ninguna referencia directa al presidente de USA, , pero su pronunciamiento llega en un momento de fuertes críticas al mandatario por su tibieza y ambigüedad respecto al supremacismo blanco en sus declaraciones sobre Charlottesville.

La reacción de Trump, condenando la violencia y el odio en “muchos lados”, desató una ola de rechazo, incluso de republicanos y empresarios, que el presidente avivó el martes reiterando esa postura y diciendo que en la concentración supremacista también había “gente muy buena”.

La marcha, en la que hubo signos y cánticos nazis, terminó en tragedia cuando un supremacista arrolló con su automóvil una contramanifestación antifascista, matando a una joven e hiriendo a 20 personas.

La CIDH “condena enérgicamente las manifestaciones de odio racial y xenofobia y el uso de la violencia en la manifestación nacionalista blanca” e “insta el Estado a adoptar medidas de alcance amplio para investigar estos eventos, prevenir su repetición y fortalecer las medidas de protección contra la discriminación, el odio, y la violencia”.

“El Estado debe adoptar medidas para garantizar que los símbolos y acciones que representan creencias, conductas y el lenguaje denigrante usados en distintos momentos de su historia, como las leyes (de segregación racial) de Jim Crow y los linchamientos, no se usen para fomentar la violencia contra ningún ser humano”, indicó la relatora de la CIDH para USA y Asuntos de Discriminación Racial, Margarette May Macaulay.

La CIDH aprovecha su nota para instar una vez más a Estados Unidos a ratificar instrumentos regionales como la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia, y la Convención Interamericana contra Toda Forma de Discriminación e Intolerancia.

La CIDH es un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ambas con sede en Washington, cuyo mandato es promover los derechos humanos en la región.

Fuente: EFE