En medio del dolor por la muerte de 71 personas, incluidos los jugadores del club de fútbol – surgen algunos indicios sobre lo que provocó el trágico accidente aéreo que enluta a Brasil y al deporte en todo el mundo.

De acuerdo a Xavier Tytelman, experto en seguridad aérea reseñado por AFP, se deduce que “el avión no tenía carburante suficiente” para la trayectoria.

“El avión genera energía eléctrica a partir de los motores 1 y 4. Por lo tanto podemos deducir que los problemas eléctricos anunciados por los pilotos provienen de los motores que se van apagando uno a uno debido a la falta de carburante”, indicó.

El especialista explicó que en la práctica un avión no puede despegar sin el combustible suficiente para un viaje. “Si su plan de vuelo fue validado tendría que haber hecho una escala para cargar combustible, pero no lo hizo”, señaló.

“Las conversaciones con la torre de control difundidas son escalofriantes, hay tres aviones que piden prioridad. Quizá la torre de control no entendió cuál era el más urgente. Para el Avro (avión accidentado) fue fatal que lo pusieran en circuito de espera”, agregó Tytelman.

El experto agregó que la historia de ese avión indica que en 2009 tuvo problemas de alerta de combustible en Finlandia. El análisis de las cajas negras permitirá saber si eso fue lo que pasó.

PLAN DE VUELO OBSERVADO

De otro lado, la prensa boliviana reportó que el plan de vuelo de la aerolínea Lamia tenía al menos 5 observaciones por las cuales el avión no debía despegar.

Las observaciones en el aeropuerto de Virur Viru (San Cruz) fueron que la autonomía de vuelo no era la adecuada, hacía falta un plan alterno, que el informe fue mal llenado y era necesario hacer cambios, indica EFE, reseñando a El Deber.

La observación principal, sin embargo, se refiere al tiempo de vuelo previsto entre Santa Cruz y Colombia (4 horas y 22 minutos), que era el mismo registrado para la autonomía de combustible de la aeronave.

De acuerdo al reporte, el despachador de Lamia, Álex Quispe, uno de los fallecidos, consideró que el combustible sí les iba a alcanzar. “Así nomás lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así nomás, tranquila, eso está bien, ahí nomás déjemelo”, indicó a la funcionaria del aeropuerto que se negó a recibir el plan.

Pese a la negativa de la funcionaria Cecilia Castedo Monasterio, el plan llegó a los encargados de controlar el vuelo.

De acuerdo al director general de Lamia, Gustavo Vargas, el piloto tenía la opción de abastecerse en Bogotá en caso de sufrir déficit de combustible “en el caso hipotético de que (lo) hubiera necesitado”. “Tenemos que investigar por qué tomo la determinación de irse en forma directa a Medellín”, agregó.

En audios que han trascendido se ha escuchado la dramática conversación entre el piloto de la nave accidentada, Miguel Quiroga, y la torre de control. El hombre pidió permiso para aterrizar por “problemas de combustible”, aunque inicialmente no lanzó el aviso oficial de emergencia. Sin embargo, había otro avión desviado por problemas mecánicos que tenía prioridad.

La desesperación del piloto aumentó hasta que exclamó “falla eléctrica total, sin combustible”. Antes de caer, llegó a realizar una última y desesperada solicitud de “vectores”.

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