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La decisión de la Cámara de Diputados de Brasil de promover un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff fue rechazada por diputados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
¿Cuál es el motivo por el que se aceptó la solicitud de destitución planteada por tres jueces contra la jefa del Estado?: supuestas maniobras fiscales irregulares al no respetar la ley presupuestaria. Para que sea formalmente aceptada, dos tercios del Congreso deben confirmar el pedido.
Antes, se creará una comisión especial de senadores, conformada por representantes de todos los partidos, que analizará la petición. Rousseff tendrá 10 sesiones para defenderse y el grupo elaborará un informe, en el que acata o rechaza la denuncia.
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Si el Parlamento lo aprueba, el Senado abre un proceso de investigación encabezado por el presidente del Supremo Tribunal Federal, el ministro Ricardo Lewandowski. Luego, Rousseff dejaría el cargo temporalmente, mientras dure la pesquisa. El respaldo de dos tercios de la cámara la dejaría fuera del cargo.
El PT argumenta que el titular de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, actuó motivado por “intereses personales” contra la mandataria, con la intención de desviar acusaciones en su contra por su supuesta participación en el escándalo de corrupción de Petrobras.
“Es una acción para anular esa decisión y también todos sus efectos”, señaló el legislador Wadih Damous tras entregar el recurso en la sede del Supremo Tribunal Federal.
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