La selección portuguesa solicitó un hotel 5 estrellas de la ciudad de Campinas como su base de concentración para el , además de una lista de requerimientos básicos, .

Entre ellos destaca una habitación para cada uno de los 70 miembros del plantel, el cuerpo técnico y los dirigentes. Además, los futbolistas deberán tener seguridad personal permanente, acceso a un spa y un (no especificaron qué modelo).

El cuadro dirigido por Paulo Bento en el Grupo G.