En algún momento, todos hemos pasado por complicaciones para encontrar la talla adecuada de pantalón o nos hemos fastidiado porque esa prenda que tanto nos gusta no nos queda como queremos o cuesta mucho dinero. Estas preocupaciones, a veces insignificantes, no lo son tanto así para Brahim Takioullah, el hombre más alto de Europa, quien tiene que pasar más de un sufrimiento para comprarse un par de zapatos. Esta es su historia llena de retos.
Con sus 2,46 metros de altura, el franco-marroquí también es el segundo más alto del mundo, según reconocimiento del libro Guinness de los récords, algo que no siempre le da muchas satisfacciones. Por ejemplo, calza 58 y vestirse o llevar unas buenas zapatillas es toda una hazaña. “¡Ya me han pedido 3.500 euros por un par de zapatos!”, lamenta el hombre de 37 años en entrevista con AFP.
Pero la vestimenta no es su único problema. Brahim Takioullah no puede transportarse libremente en el metro, pues es demasiado grande para entrar en él. Hace tres años aprobó el examen teórico para conducir pero al no haber coches de autoescuela adaptados a sus medidas no ha podido pasar su permiso de conducir.
Imparable crecimiento
El franco-marroquí empezó a crecer de forma desmesurada pasados los 12 años. Vivía entonces en Marruecos, donde nació. “Me preguntaba cuando iba a dejar de crecer”, asegura. Su gran tamaño encontró el por qué en un tumor benigno que segrega un exceso de hormonas de crecimiento.
Con el pasar del tiempo, su tamaño seguía aumentando y en medio de burlas o miradas extrañas en la universidad, se graduó en geografía. En 2017 viajó a Francia donde ya posee trabajo, aunque se aleja de su profesión. Él forma parte del personal un parque de atracciones de los alrededores de París.
Gilles Campion, director del lugar, emplea a un grupo de personas de gran estatura a quienes también les brinda un lugar para vivir. Brahim Takioullah tiene un departamento con un techo de tres metros de altura, una cama de 2,80 metros y una bañera de 2,50 metros.
Ahí no queda todo, el hombre más alto de Europa forma parte del grupo Les chiens de Navarre (Los perros de Navarra) actúa en varios teatros de Francia, encarnando al general De Gaulle, que era muy alto (1,96 m). Al mismo tiempo, trabaja con un mago, Etienne Saglio.
Además, organiza cada año, a mediados de junio, “una marcha de las diferencias” en París, en presencia de un grupo de gigantes procedentes de todo el mundo con el objetivo de mostrar que existen y llevar un mensaje de tolerancia.
Brahim también se ha interesado por el cine, y ha obtenido algunos roles secundarios en películas como la francesa “Chocolat”, junto al actor Omar Sy o “Alad’2”, con otro conocido actor francés, Kev Adams.
Para organizar su cargada agenda, Brahim puede contar con el apoyo desinteresado del agente Benjamin Cian-Grangé, un “apasionado por el gigantismo”, que ha creado una agencia especializada para “dar visibilidad a seres humanos fuera de lo común”.