La sacó barata. Parece que su mensaje de arrepentimiento y las disculpas ofreció en un video hicieron efecto, pues este lunes se conoció que no será procesada por el incidente que protagonizó la semana pasada en una tienda de donuts.

Según se apreció en un video, la joven cantante estadounidense y hasta se atrevió a decir “odio a los estadounidenses, odio a los Estados Unidos”.

Sin embargo, y a pesar de que las autoridades de California en su contra, el informó que el dueño de Wolfee Donuts, donde Ariana Grande cometió el exabrupto, decidió no presentar cargo alguno contra la artista.

Por esa razón, y en virtud a lo informado por una fuente del departamento del Sheriff del Condado de Riverside, el caso ha sido cerrado y la joven intérprete no registrará en sus antecedentes judiciales el ‘donuts-gate’.