El Gobierno argentino analiza la posibilidad de habilitar un hospital público para realizar operaciones de cambio de sexo. El viceministro de Salud, Daniel Gollan, dijo que de esa forma se evitarían “intervenciones quirúrgicas ilegales”.

En declaraciones para una radio de su país, explicó que el Ejecutivo viene reglamentando una ley que les da “una serie de derechos” a las personas que desean cambiar de sexo.

“Es un lugar donde tenemos que poner fuertemente el ojo”, afirmó el viceministro, quien apuntó que el Gobierno “pondría un hospital público para que no les terminen inyectando silicona industrial y se mueran”.

“Son unas 2.000 personas aproximadamente las que debemos abarcar con la ley de Identidad de Género, evitando una serie de procedimientos en búsqueda de su identidad que a veces no son adecuados”, añadió.

La iniciativa del Ministerio argentino de Salud se suma a la planteada por una legisladora de Buenos Aires, que causó revuelo este martes al darse a conocer en los medios locales.

El proyecto, impulsado por la legisladora María Rachid, en conjunto con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, propone pagar un subsidio mensual de 8.000 pesos (US$930) a las personas trans mayores de 40 años.

Rachid explicó su iniciativa indicando que los transexuales de mediana edad son “sobrevivientes”.