Nelson Vásquez Baca, Johnny Espinoza Linares y son tres conocidos periodistas chimbotanos comprendidos en la investigación por el asesinato del ex consejero regional de . ¿Cómo participaron en el crimen? A continuación la explicación.

En primer lugar, la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado solicitó la detención de los tres implicados por el delito de asociación ilícita al presuntamente pertenecer a la organización delictiva liderada por el presidente regional de , . Olivares consiguió ser procesada en libertad, pero los otros dos están en prisión.

Según informó el diario La República, los tres periodistas son acusados de haber recibido fondos públicos de manos de Álvarez y del alcalde de Chimbote, Luis Arroyo, para que desde sus medios de comunicación no solo informaran positivamente de sus actividades oficiales y desacreditaran a sus opositores y críticos, sino también para desvincular al presidente regional del asesinato de Nolasco.

De acuerdo a las versiones de un colaborador eficaz y cuatro testigos acreditados por el Ministerio Públicos, Álvarez los compensaba con publicidad estatal y otros tipos de pago.

“Eran los intocables de Chimbote. Parecía que nunca les iba a suceder nada. ¿Por qué? Porque eran parte del entorno más íntimo del presidente regional, César Álvarez Aguilar, y del alcalde chimbotano Luis Arroyo Rojas (…) Pero no sabíamos que estaban tan implicados y que tuvieran relación con el crimen”, manifestó un periodista local que pidió no ser identificado.

El colaborador eficaz de la Fiscalía precisó que Rosa Olivares era la mejor remunerada por su cercanía con Álvarez: a ella se le abonaba S/.3.000, que Roy Castillo Cruz, un hombre de confianza y miembro de seguridad del alcalde de Chimbote, le entregaba de manera mensual.

“Era bien allegada a César Álvarez y su defensora acérrima, luego formó empresas constructoras y se le otorgaron varias obras. Cuenta con propiedades y vehículos que ha puesto a nombre de su hija. Su crecimiento económico fue vertiginoso y de un momento a otro, por el solo hecho de estar apoyando y defendiendo por los medios periodísticos al presidente regional César Álvarez. Ella podría ser testaferro”, indicó el colaborador eficaz.

En tanto, los cuatros testigos afirmaron que los periodistas apoyaban a la organización criminal liderada por César Álvarez y de manera mensual visitaban ‘La Centralita’, presunto centro de espionaje, para cobrar por el apoyo.

“Cada mes se dirigían a la oficina denominada ‘La Centralita’, ubicada en la urbanización La Caleta, en Chimbote, con el fin de cobrar por sus servicios a Álvarez, dinero que salía de los ‘diezmos’ (sobornos) que se obtenían de las licitaciones de obras públicas del gobierno regional”, afirmó uno de los testigos.

En un principio, los periodistas del Canal NCN 25 solo eran procesados por el caso ‘La Centralita’, pero el juez Marco Aurelio Tejada les abrió otro juicio por presuntamente integrar la organización criminal de César Álvarez.

De acuerdo a los fiscales anticorrupción César Jiménez y Javier Estrada, los periodistas que apoyaban la gestión de César Álvarez recibían del presidente regional la suma de S/.5.000.