Mehmet Ali Agca, el extremista turco que intentó asesinar al papa Juan Pablo II en 1981, contó que recomendó a sus conocidos del extremismo islámico no cometer atentados contra el Vaticano.

fue expulsado hoy de la Santa Sede a Roma, luego de ser detenido al dejar flores ante la tumba del , declarado santo en abril de este año.

El otrora ultraderechista declaró al semanario italiano que “siempre es posible” un ataque al fortín de la Iglesia católica. “Pienso que es algo que siempre es posible. Pero puedo decir que lo desaconsejé a mis conocidos en el ambiente de extremistas islámicos”, relató.

“Les dije que hay que tener buenas relaciones con el Vaticano, que el Vaticano solo ha hecho el bien a todos”, agregó.

El autor de los cuatro disparos que Juan Pablo II recibió el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro explicó que porque un 27 de diciembre él lo visitó en la cárcel.

“No fui en los años anteriores porque es ahora cuando es posible y se daban las condiciones oportunas. No tenía ninguna intención de hacer mal. El Vaticano es amigo de todos”, acotó.