Si bien actualmente el Perú enfrenta la pandemia del coronavirus y los esfuerzos están destinados a evitar más contagios, es importante que no dejemos de lado la prevención de ciertas patologías que pueden derivar en un , conocido por muchos como derrame cerebral, un evento patológico en el cerebro.

La mayoría de casos se produce cuando el flujo de sangre hacia este órgano se interrumpe por el bloqueo de un coágulo o trombo. Como consecuencia de esta obstrucción, parte del cerebro no recibe flujo y se priva de oxígeno. Después de la edad de 55 años, el riesgo de un ACV se duplica, y dos terceras partes de todos los casos ocurren en personas mayores de 65 años1.

Ante esta situación, el Dr. Jimmy Palacios García, médico neurólogo del Hospital Cayetano Heredia, indica que la prevención es sumamente importante. No solo basta con llevar un estilo de vida saludable en alimentación y una rutina de ejercicios, también están ciertas patologías que se deben tratar de manera exhaustiva y llevar el control respectivo indicado por el médico especialista, para evitar un posible accidente cerebrovascular.

“Al reducir los factores de riesgos, disminuye la probabilidad de ocurrencia de un ACV y como resultado se minimizan las visitas a los hospitales”, precisó el especialista. Aquí te explicamos las patologías que podrían prevenirse de manera oportuna y por ende, salvarnos de un posible ACV.

Hipertensión: La presión alta es el riesgo más poderoso del accidente cerebrovascular. Si usted sufre de esta condición, lo más recomendable es que de la mano con su especialista determinen el mejor tratamiento para mantener su presión estable. Asimismo, debe alimentarse de manera sana, consumir comidas bajo en sal e incluir frutas y verduras para aumentar el potasio en su dieta.

Enfermedades cardiacas: Los pacientes que padecen enfermedades coronarias o insuficiencia cardíaca tienen un mayor riesgo de ACV. La miocardiopatía dilatada (un corazón agrandado), la valvulopatía (enfermedades propias de las válvulas del corazón), ciertos defectos cardíacos congénitos (adquirido desde el nacimiento). En el caso de la fibrilación auricular, que se caracteriza por el latido incorrecto del corazón, aumenta hasta 5 veces la probabilidad de padecer un ACV.

Diabetes: La diabetes mellitus 1 y 2, también se considera como una causa independiente. Los niveles elevados de glucosa y los daños severos que podrían ocasionar un ACV, mantienen una relación muy cercana. Añadido, hay que considerar que la diabetes puede estar asociada a la obesidad, la cual es un factor de riesgo adicional.

Desequilibrio del colesterol: El colesterol es una sustancia grasa que produce el hígado y también se encuentra en alimentos de alto contenido de grasa saturada.

La lipoproteína de baja densidad del colesterol (LDL) transporta al colesterol a través de la sangre y la lleva a las células. El LDL en exceso puede causar que se acumule el colesterol en los vasos sanguíneos, llevando a la aterosclerosis, siendo la causa principal de estrechamiento de los vasos sanguíneos, llevando al ataque cardíaco y al ACV.

Finalmente, es importante indicar que controlar los factores de riesgo podría evitar que se presente un ACV. Si a pesar de ello, presentas síntomas como caída de la cara, problemas repentinos para el habla o pérdida de fuerza en brazos o piernas y dolor de cabeza intensa, acuda rápidamente a la emergencia de un centro de salud antes de las 4.5 horas. Eso permitirá evitar las consecuencias graves.

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