Un total de 42 civiles y 144 combatientes kurdos, sirios y turcos han muerto en el enclave kurdo de , en el extremo noroeste de Siria, desde el comienzo de la operación militar turca “Rama de olivo” contra los combatientes de las milicias kurdas Unidades de Protección Popular (YPG).

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos detalló que 42 civiles perecieron, entre ellos doce menores y siete mujeres, en los ataques aéreos y de artillería lanzados por en varias localidades de la región de Afrín, desde el pasado 20 de enero.

Además, perecieron 66 combatientes de las YPG, que Turquía tilda de terrorista, así como 69 rebeldes sirios, aliados de las fuerzas turcas, y nueve soldados del Ejército turco.

La ONG precisó que el numero de las víctimas mortales podría aumentar por el estado grave de muchos heridos.

Ankara considera terroristas a las YPG, a las que ve como una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda presente en su territorio.

Estados Unidos ha apoyado en el pasado a los kurdos de las región en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI, ISIS o Daesh).

El presidente turco, el islamista , aseguró el pasado viernes que su Ejército expulsará al YPG de la zona limítrofe para empujarlo hasta la frontera con Irak, al este de Siria.

(Fuente: EFE)