El síndrome de Down es un trastorno genético que se origina cuando, durante el embarazo, la división celular del feto produce una copia adicional total o parcial del cromosoma 21. Estos cromosomas determinan la funcionalidad cognitiva y del cuerpo del bebé. Como consecuencia, este material genético adicional cambia la manera en que se desarrolla también el cerebro del bebé, lo que puede causar problemas tanto cognitivos como físicos.
Aunque los avances diagnósticos han contribuido a mejorar las afecciones orgánicas de los pacientes con síndrome de Down (cardiopatías, malformaciones digestivas, hipotiroidismo, etc.), el retraso psicomotor continúa siendo el factor más limitante para una persona con éste tipo de tris un omía. Debido a que esta condición no afecta a todos los pacientes por igual, no existe un tratamiento estándar. Por tal motivo, acudir con especialistas calificados es muy importante para lograr avances efectivos en el tiempo y lograr la máxima funcionalidad e independencia de los pacientes en la sociedad.
El Mg. Christiam Megue, Director de VitaNova, Centro de Terapia Integral de Rehabilitación Neurológica, recalca la importancia de la Terapia Integral de Rehabilitación desde la visión multidisciplinaria, además del acompañamiento por parte de la familia o tutores. “Para generar un ambiente propicio en el que la persona se desenvuelva sin ningún tipo de desventaja en la sociedad, es necesario trabajar en una terapia multidisciplinaria integral que ayude al paciente desde los aspectos físicos, sensoriales, de lenguaje y funcionales”.
El síndrome de Down genera dificultades físicas, motoras, cognitivas y emocionales, por lo que trabajar de manera integral permitirá al niño acceder a una gama de programas y recursos especializados a cargo de profesionales como Terapeutas de Lenguaje, Terapeutas Ocupacionales y Terapeutas Físicos.
● Terapia Física: Esta disciplina, puede ayudar al niño con síndrome de Down a compensar sus limitaciones físicas, especialmente el tono y la fuerza muscular (hipotonía), los reflejos, la fuerza, el equilibrio, el desarrollo psicomotor, entre otras.
● Terapia de Lenguaje: El acompañamiento con Terapia de Lenguaje en personas con Síndrome de Down contribuye a que los pacientes mejoren sus habilidades para comunicarse, comprender el lenguaje y adquieran correctos patrones de succión, masticación y deglución de los alimentos.
● Terapia Ocupacional: Un terapeuta ocupacional también es pieza clave en el acompañamiento de los niños con Síndrome de Down, además de conseguir que sean los más independientes y funcionales en la sociedad, los ayudará a poder desempeñarse de una mejor manera en sus actividades cotidianas de la vida diaria y sociales tales como comer, vestirse, escribir, hasta usar una computadora. En la etapa secundaria, la Terapia Ocupacional podría ayudar a los adolescentes a identificar trabajos, carreras u oficios que se adapten a sus intereses y capacidades.
“Está comprobado que las características intelectuales y físicas de las personas con Síndrome de Down tienen un gran potencial de desarrollo y por ende de integración exitosa con la sociedad. Por ello, desde la época neonatal o de la lactancia precoz, los niños deben recibir terapias multidisciplinares en las que se aborden los distintos aspectos del desarrollo infantil”, finalizó Megue.