Habían pasado 20 años en aquel entonces. Era 1998 y Ramón Quiroga era director técnico de Deportivo Municipal cuando fue entrevistado por el periodista José Ignacio Lladós del diario argentino La Nación.

Aquella vez Ramón Quiroga rememoró el fatídico 6-0 que recibió la selección peruana de Argentina en el Mundial de 1978 y criticó a algunos jugadores que conformaban ese plantel.

“Pienso que el árbitro de aquel partido estaba retocado. Y el línea también . Argentina nos hizo dos goles en offside. Yo estaba bien. Y como siempre tuve los h… bien puestos, jugué. Fui a jugar para Perú y jugué. Si hubiese arrugado como muchos jugadores de acá, no hubiese jugado después otras eliminatorias. Si hubiese agarrado guita yo no hubiera jugado los demás partidos”, aseveró el hoy comentarista deportivo.

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Asimismo, indicó que algunos jugadores le dijeron que no jugará ese partido y aseguró que los jugadores de Sporting Crital y Alianza Lima tenían problemas. “Sí, sí, sí. Los jugadores de Cristal éramos los lindos y los de Alianza, los negros. Estoy seguro de que Cubillas manejaba a los de Alianza. Me llamaron todos los jugadores y me preguntaron ¿Tú vas a jugar? “Y claro, ¿cómo no voy a jugar?”. Creo que el negro Muñante, un negro de m… , fue el que habló”.

Ramón Quiroga no dudó en decir que hubieron jugadores peruanos que tuvieron cosas “raras” en aquel partido. “Los centrales no paraban a nadie. En el gol de Tarantini, el negro Manzo se agacha y lo deja solo. No sé ni dónde anda Manzo ahora. Era buen jugador, pero no lo queríamos. Vimos cosas raras y le dijimos a Marcos, que lo cambiara. Y no sólo se lo dije yo, también Chumpitaz. Ese partido lo jugaron jugadores que no habían estado en ningún otro partido. Jugó Gorriti, que regala el cuarto o quinto gol. Jugó Manzo, jugó Rojitas.”

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Finalmente, declaró también que siempre se sentirá argentino y que él fue una necesidad para la selección peruana. “Yo soy argentino. Es que nunca voy a ser peruano. Yo he sido peruano para necesidad de ellos. Jugué (dos mundiales) porque me lo gané. En esa época el problema de Perú era el arco. No tenía problemas ni de nueve ni de diez; nada. Tenía un equipazo. Venían de un fracaso en el Mundial del ´70 por culpa de un arquero, Rubiños, que no tenía manos”.

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