Paolo Guerrero, casi siempre accesible a dialogar con la prensa, prefirió este jueves, tras arribar a Lima cerca de la 1 de la madrugada, no hacerlo, debido a que no le habría gustado el cómo se trató en los medios en el Perú la expulsión que sufrió por agredir al golero del Stuttgart.

El ‘Depredador’ llegó a Lima procedente de México, donde tomó unas cortas vacaciones. Guerrero se unirá a los entrenamientos de la selección peruana este domingo.

Cuando se le consultó sobre su estado físico y anímico, el atacante peruano solo atinó a decir “estoy bien”.