Desde muy temprano, docenas de hinchas esperaron el bus de la selección en las afueras de la Videna. Armados con banderolas y carteles, la afición cantó el clásico “Arriba Perú”.

Cuando el bus asomó, una intensa bulla se apoderó de la avenida Aviación. La hinchada pugnaba por ver lo más cerca posible a los seleccionados.

Luego, esperaron a que los jugadores salieran de la Videna a bordo de sus bólidos y quizá robarles un autógrafo o alguna foto. Lamentablemente, ningún jugador atendió a la hinchada.