Y es que cuando muchos pedían el ingreso de Edwin Retamoso para intentar recuperar el balón, que en los primeros 45 minutos fue administrado a su antojo por los chilenos, el entrendor del combinado bicolor optó por hacer entrar a Juan Carlos Mariño.

“Tenía dos alternativas, una era Retamoso y la otra era hacer ingresar un jugador que se ponga por delante de Cruzado y Ramírez. Mariño encajaba como anillo al dedo y lo demostró cuando entró, porque contagió de agresividad de ir al ataque a sus compañeros”, explicó Sergio Markarián.

“La decisión de sacar a Lobatón estaba ya decidida, pero para definir a su reemplazante tuve que hablar con Ramírez y Cruzado para saber si podían tomar la responsabilidad de jugar en primera línea y ellos me dijeron que sí”, continuó el estratega del seleccionado patrio.