Los dirigidos por Sergio Markarián, sin margen de error, recibirán en el Estadio Nacional a un cuadro sureño que llega herido y con tres derrotas consecutivas a cuesta.

Perú deberá echar a mano a su buen fútbol y tratar de no extrañar las ausencias del suspendido Paolo Guerrero ni del lesionado Carlos Zambrano.